Un tropezón no es caída, treinta tampoco.........

La verdad es que me encantan las palabras de motivación, me encanta decir al mundo lo importante que es sobreponerse a los tiempos difíciles y hacernos más fuertes en el camino. Me gusta muchísimo leer o escuchar a los grandes decir cosas así, como si fuera una estudiante en una clase de matemáticas atenta a no perder ni una coma de la ecuación.

Pero la realidad es otra. No soy tan buena aplicándolo en mis asuntos. Tengo una tendencia natural al declive, que pensé (que ilusa) que la había vencido. Igual que cuando tenía 17 años me preguntaba “qué te falta?!” y me respondía “Nada”… “Entonces por qué no sabes vivir?!!”

Esta vez le intenté tirar las culpas a un corazón roto, y a mi trabajo (el culpable preferido, pobrecito), otras veces he tenido otros blancos contra que atacar. Aunque me temo que lo que sucede es que me enredé en mí misma otra vez.

Siempre me he dicho que no he tomado decisiones importantes porque nunca estuve segura de lo que quiero, porque la duda me ha seguido como una sobra aún en la oscuridad, especialmente en la oscuridad. Pero no se trata de eso? De elegir un camino sin garantías ni certezas. Ahí es donde está el valor, en enfrentar el miedo a fallar.

“Pensás demasiado” - me han dicho algunos cuantos. Y bueno, los impulsivos también deben tener sus problemas, no?! Lo bueno es que cada vez que escribo algo así me aburro de mi misma y pienso “tengo que hacer algo! Basta de bajonear!”. Es como volver a respirar.

Puedo decir de nuevo: “necesito a mi propio Mr Miyagi!!” (El verdadero, el ochentoso! Todo bien pero los remake´s me saben a creepy deja vu, y aun cuando no lo vi (el remake) se que nadie se iguala a Morita.)

Diría mi amigo Ray: “It´s just a crazy world. I don’t understand it. I´m just aware of it. That´s all”

Después de escribir esto y antes de publicarlo tomé una decisión muy importante! Que implica uno o varios cambios... ya les contaré si sigo en este tren (I hope so!)