viernes, 30 de marzo de 2012

Tiempo al tiempo...


No sé si es cierto que el tiempo cura. Tal vez enseña. Tal vez ayuda a reordenar las fichas. Y aunque sepas que hay una que falta, y que ayer pensabas que sería imposible seguir sin ella, el tiempo te dice que tal vez podés.

Ahora, el dolor  es el mismo. El vacío se mantiene. Los disparadores de recuerdos están en todos lados. Cabeza, corazón y lágrimas.

Vuelvo a lecturas previas, esta vez con un interés personal. No sé si me calma, o solo me interesa la posibilidad de que sea cierto. Lo comparto, que para eso estoy acá.
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          - He abandonado mi cuerpo. -  Su voz era más alta y ronca -. Veo una luz maravillosa… salen a mi encuentro. Vienen a ayudarme. Personas maravillosas. No tienen miedo… Me siento muy liviana… - Hubo una pausa larga.
-            -    Tienes algún pensamiento sobre la vida que acabas de abandonar?
-         -   Eso es para después. Por el momento solo siento la paz. Es un tiempo de consuelo. La persona debe ser reconfortada. El alma… aquí el alma encuentra paz. Se dejan todos los dolores físicos atrás. El alma está apacible y serena. Es una sensación maravillosa… maravillosa, como si el sol brillara siempre sobre una. La luz es tan intensa! Todo viene de la luz! De esa luz viene la energía. Nuestra alma va inmediatamente hacia allí. Es como una fuerza magnética que nos atrae. Es maravillosa. Es como una fuente de poder. Sabe curar. Una está entre sus amigos. Todos están allí. Veo a muchas personas. Algunas me son familiares, otras no. Pero estamos allí, esperando.

Es un fragmento de “Muchas vidas, muchos maestros” de Brian Weiss. Recomendado capaz en el momento indicado, me ha dado mucho en que pensar, aunque hace falta mucho más para saber en que creer.
A quienes me escribieron… hoy les digo MUCHAS GRACIAS! Se sintió el cariño… A todos les digo: volví : )