miércoles, 29 de diciembre de 2010

:(

¿Cómo hacer para ignorar cuando algo te hace daño?

Es decir, ya hablamos de no aferrarse al dolor, pero tampoco se trata de no sentirlo en absoluto. El dolor también te hace sentir vivo, te muestra que es lo que no te conviene o lo que te está haciendo falta, algo o alguien.

“Ni siquiera el propio dolor es tan pesado como el dolor sentido con alguien, por alguien, para alguien, multiplicado por la imaginación, prolongado por mil ecos”

Nunca una frase fue tan acertada para este preciso momento… y todos los momentos.

En mi vida el dolor frecuentemente está relacionado a alguien más, y es que hay algo que no puedo aprender aunque sé que tengo que, y es a no anticipar que piensan, quieren o sienten los demás…o dicho de otra forma a no creer que van a pensar como yo quiero. Empeora si faltan palabras entre los implicados…

Hace un tiempo una amiga planteaba el tema de cuando alguien se acobarda frente al amor, cuando uno de los dos involucrados sale corriendo al ver que la mano viene con todo… pero que tiene sentimientos fuertes y sinceros hacia la otra persona. Es cobardía y existe… “Amar significa quedarse cuando todas las células gritan "echa a correr" .” Decime si no es cierto!!

¿Pero qué pasa si en verdad no es cobardía sino que simplemente no hay razón para quedarse?

Duele.

jueves, 2 de diciembre de 2010

aqui... Jeff Buckley

Hace una semana estaba mirando videos en youtube, en uno de esos momentos dedicados a escuchar buena música y de repente, chan! me encuentro con uno de sus videos, Jeff Buckley... Aluciné, escuchando uno de sus temas, "Grace". Hacía mucho tiempo que no sentía una conexión tan grande como la que sentí con su música. Al rato me preguntaba "cómo puede ser que nunca escuché hablar de este pibe?!" Sí, increible!

Murió con tan solo 30 años en 1997, mientras nadaba a orillas de un río en memphis,a punto de grabar su segundo album. Escuchaba whole lotta love, de Led zeppelin (su principal influencia musical), junto con un amigo, cuando se levantó y fue entrando al agua vestido, no volvió a salir. No lo encontraron hasta cinco días después.

Luego de su muerte se publicaron algunos temas que ya habían sido grabados bajo el nombre de "Sketches for My Sweetheart the Drunk", y otros tantos de grabaciones en vivo. Fue reconocido por figuras como Robert Plant, Jimmy Page, Bob Dylan, entre otros...

Y aqui este pequeño tributo, que más que tributo lo hago por compartir esta música increible con ustedes... tal vez por ahi del otro lado hay otra persona a la cual le provoca las mismas sensaciones que a mi...



sábado, 20 de noviembre de 2010

The Only Exception...

When i was younger
I saw my daddy cry
And cursed at the wind
He broke his own heart
And i watched
As he tried to reassemble it

And my momma swore that
She would never let herself forget
And that was the day i promised
Id never sing of love
If it does not exist

But darlin,
You, are, the only exception
You, are, the only exception
You, are, the only exception
You, are, the only exception

Maybe i know, somewhere
Deep in my soul
That love never lasts
And we've got to find other ways
To make it alone
Or keep a straight face

And i've always lived like this
Keeping a comfortable, distance
And up until now
I had sworn to myself that i was content
With loneliness

Cos none of it was ever worth the risk, but

You, are, the only exception
You, are, the only exception
You, are, the only exception
You, are, the only exception

Ive got a tight grip on reality
But i cant
Let go of what's in front of me here
I know your leaving
In the morning, when you wake up
Leave me with some proof its not a dream

Ohh---

You, are, the only exception
You, are, the only exception
You, are, the only exception
You, are, the only exception
You, are, the only exception
You, are, the only exception
You, are, the only exception
You, are, the only exception

And im on my way to believing it.
Oh, And Im on my way to believing it.


viernes, 12 de noviembre de 2010

SueÑoS sObrE eL RíO dE La pLaTa...




La historia es así…. Tengo una amiga que hace poco viajó a un país vecino por razones que no vienen al caso. Allí conoció a un chico y decidió dejarse llevar por aquello que la vida le estaba ofreciendo. Entre miradas, besos y palabras lindas pasaron las últimas horas juntos y luego ella volvió a Uruguay. No fue hasta que se encontró con él en el chat, que se dio cuenta de lo mucho que le había gustado, lo contenta que estaba al tener noticias suyas, y las ganas que tenía de verlo nuevamente.


Al cabo de un tiempo la comunicación entre ellos era diaria y la posibilidad de una visita estaba cada vez más cerca. Ella cada día se permitía soñar más con aquel encuentro, justificándose ante sus amigas con que nadie era como esa persona que había conocido (con virtudes y defectos, claro) y que la “física y química” que habían generado juntos no era para dejarla en el olvido, por lo que si existía alguna posibilidad de volverse a ver al menor una vez más, no la dejaría pasar. A decir verdad (y que esto quede entre nosotros….) El atractivo ESTA en la lejanía, es lo romántico del asunto.

El tiempo siguió pasando, lento, y el peso de los sueños que no se cumplían empezaron a hacerse notar por lo que decidió, esta vez, bajarse de la nube y justo después de haber tomado esta decisión aceptó salir con un chico geográficamente compatible.

Pero no… no sintió ni mariposas en el estomago, ni vio estrellitas y duendes ni nada de eso… Así que volvió a su casa, subió las escaleras sonriendo, abrió la puerta sonriendo, etc, etc, hasta que se durmió sonriendo, feliz de poder volver a la nube, de permitirse seguir pensando en un reencuentro con él, en sus miradas, en sus besos y en más palabras lindas…

lunes, 8 de noviembre de 2010

Goodbye Kiss...


I lost a piece of my mind
and you can see it on my face
my heart is burning this time
but there aint no fire escape


that little part of me that used to be so strong,
is stumbling over now that I know youre moving on baby


You were never gonna wait for me
babe I really hate to say it,
but Im gonna say it anyway

You, you know youre not the only one
Id rather just cut and run
than set the blind on yesterday
so lets just call this what it is
and give me one more goodbye kiss


I thought that you were the only one
who could keep my feet on the ground
I came to an empty room
and I know youre leaving town


that little part of me, thats gone for good
that was the only thing making me do the things I should


and you were never gonna wait for me
babe I really hate to say it,
but Im gonna say it anyway

You, you know youre not the only one
Id rather just cut and run
than set the blind on yesterday
so lets just call this what it is
and give me one more goodbye kiss


Ooh you really, really made it hard on me
you really, really were a mystery
you really, really took it out on me baby
but now Ive solved it and Im sad to say I see


that you were never gonna wait for me
babe I really hate to say it,
but Im gonna say it anyway

You, you know youre not the only one
Id rather just cut and run
than set the blind on yesterday
so lets just call this what it is
and give me one more goodbye kiss












miércoles, 27 de octubre de 2010

Bienvenido bebé...


Hay algo que amo de mi trabajo, y es la oportunidad de presenciar la llegada al mundo de un bebé, de compartir con alguien que no conozco el mejor día de su vida. De sentir y ser parte de tanta felicidad.

A veces creo que no nos damos cuenta el peso que tiene, por eso decidí escribirlo y así también reflexionar un poco sobre lo que significa para mi.

Una vez un papá me dijo en el momento en que sostenía a su bebé por primera vez: “tu trabajo es el mejor trabajo del mundo!”. Y es verdad, al menos esa parte J.

Lo primero es el llanto que todos esperamos expectantes, y una vez que lo escuchamos sonreímos, tratando de hacerle entender a esa personita que es mejor estar afuera, que mamá y papá lo esperan con todo el amor posible de imaginar. Pero el bebé sigue llorando, así que le damos calor, lo secamos y les damos la mano para que se prendan de nuestros dedos y no se sientan tan solos. Algunos suelen prenderse con tanta fuerza, dando manotazos, sin entender por qué de repente hay tanto lugar para moverse.

Hay un momento especial, después que ya están vestidos y abrigaditos, en que dejan de llorar y comienzan a mirar todo a su alrededor, en silencio, es un momento hermoso. Se los ve como si estuvieran tratando de descifrar a donde llegaron, y es que es lo que hacen…

Entonces el papá o la mamá lo sostienen, lo abrazan, le dan la bienvenida con palabras suaves, y siempre, siempre, dejan de llorar. Hay lágrimas, sonrisas, miradas, nervios, pero sobre todo felicidad, y la sensación de que un mundo entero comienza a partir de este momento.

Que más que agradecer el poder ser parte de todo esto!!

Este post se lo regalo a mi amiga Gaia que está esperando un pequeño varoncito… Mis mejores deseos para ti y tu bebé!!

sábado, 18 de septiembre de 2010

La Mujer Esqueleto


Había hecho algo que su padre no aprobaba, aunque ya nadie recordaba lo que era. Pero su padre la había arrancado al acantilado y la había arrojado al mar. Allí los peces se comieron su carne y le arrancaron los ojos. Mientras yacía bajo la superficie del mar, su esqueleto daba vueltas y más vueltas en medio de las corrientes.

Un día vino un pescador a pescar, bueno, en realidad, antes venían muchos pescadores a esa bahía. Pero aquel pescador se había alejado mucho del lugar donde vivía y no sabía que los pescadores de la zona procuraban no acercarse por allí, pues decían que en la cala había fantasmas.

El anzuelo del pescador se hundió en el agua y quedó prendido nada menos que en los huesos de la caja torácica de la Mujer Esqueleto. El pescador pensó: “¡He pescado uno muy gordo! ¡Uno de los más gordos!” Ya estaba calculando mentalmente cuántas personas podrían alimentarse con aquel pez tan grande, cuánto tiempo les duraría y cuánto tiempo él se podría ver libre de la ardua tarea de cazar. Mientras luchaba denodadamente con el enorme peso que colgaba del anzuelo, el mar se convirtió en una agitada espuma que hacía balancear y estremecer el kayak, pues la que se encontraba debajo estaba tratando de desengancharse. Pero cuanto más se esforzaba, más se enredaba con el sedal. A pesar de su resistencia, fue inexorablemente arrastrada hacia arriba, remolcada por los huesos de sus propias costillas.

El cazador, que se había vuelto de espaldas para recoger la red, no vio como su calva cabeza surgía de entre las olas., no vio las minúsculas criaturas de coral brillando en las órbitas de su cráneo ni los crustáceos adheridos a sus viejos dientes de marfil. Cuando el pescador se volvió de nuevo con la red, todo el cuerpo de la mujer había aflorado a la superficie y estaba colgando del extremo del kayak, prendido por uno de sus largos dientes frontales.

“¡Ay!”, gritó el hombre mientras el corazón le caía hasta las rodillas, sus ojos se hundían aterrorizados en la parte posterior de la cabeza y las orejas se le encendían de rojo. “¡Ay!”, volvió a gritar, golpeándola con el remo para desengancharla de la proa y remando como un desesperado rumbo a la orilla. Como no se daba cuenta de que la mujer estaba enredada en el sedal, se pegó un susto tremendo al verla de nuevo, pues parecía que ésta se hubiera puesto de puntillas sobre el agua y lo estuviera persiguiendo. Por mucho que zigzagueara con el kayak, ella no se apartaba de su espalda, su aliento se propagaba sobre la superficie del agua en nubes de vapor y sus brazos se agitaban como si quisieran agarrarlo y hundirlo en las profundidades.

“¡Aaaayy!”, gritó el hombre con voz quejumbrosa mientras se acercaba a la orilla. Saltó del kayak con la caña de pescar y echó a acorrer, pero el cadáver de la Mujer Esqueleto, tan blanco como el coral,, lo siguió brincando a su espalda, todavía prendido en el sedal. El hombre corrió sobre las rocas y ella lo siguió. Corrió sobre la tundra helada y ella lo siguió. Corrió sobre la carne puesta a secar y la hizo pedazos con sus botas de piel de foca.

La mujer lo seguía por todas partes e incluso había agarrado un poco de pescado helado mientras él la arrastraba en pos de sí y ahora estaba empezando a comérselo, pues llevaba muchísimo tiempo sin llevarse nada a la boca. Al final, el hombre llegó a su casa de hielo, se introdujo en el túnel y avanzó a gatas hacia el interior. Sollozando y jadeando permaneció tendido en la oscuridad mientras el corazón le latía en el pecho como un gigantesco tambor. Por fin estaba a salvo, si, a salvo gracias a los dioses, gracias al Cuervo, si, ya la misericordiosa Sedna, estaba… a salvo… por fin.

Pero, cuando encendió su lámpara de aceoite de ballena, la vio allí acurrucada en un rincón sobre el suelo de nieve de su casa, con un talón sobre el hombro, una rodilla en el interior de la caja torácica y un pie sobr el codo. Más tarde el hombre no pudo explicar lo que ocurrió, quiza la luz de la lámpara suavizó las facciones de la mujer o, a lo mejor, fue porque él era un hombre solitario. El caso es que se sintió invadido por una cierta compasión y lentamente alargó sus mugrientas manos y, hablando con dulzura como hubiera podido hablarle una madre a su hijo, empezó a desengancharla del sedal en el que estaba enredada.

“Bueno, bueno.” Primero le desenredó los dedos de los pies y después los tobillos. Siguió trabajando hasta bien entrada la noche hasta que, al final, cubrió a la Mujer Esqueleto con unas pieles para que entrara en calor y le colocó los huesos en orden tall como hubieran tenido que estar los de un ser humano.

Buscó su pedernal en el dobladillo de sus pantalones de cuero y utilizó unos cuanto cabellos suyos para encender un poco más de fuego. Debés en cuando la miraba mientras untaba con aceite la valiosa madera de su caña de pescar y enrollaba el sedal de tripa. Y ella, vuelta en las pieles, no se atrevía a decir ni una sola palabra, pues temía que aquel cazador la sacara de allí, la arrojara a las rocas de abajo y le rompiera todos los huesos en pedazos.

El hombre sintió que le entraba sueño, se deslizó bajo las pieles de dormir y enseguida empezó a soñar. A veces cuando los seres humanos duermen, se les escapa una lágrima de los ojos. No sabemos que clase de sueño lo provoca, pero sabemos que tiene que ser un sueño triste o nostálgico. Y eso fue lo que le ocurrió al hombre.

La Mujer Esqueleto vio el brillo de la lágrima bajo el resplandor del fuego y, de repente, le entró mucha sed. Se acercó a rastras al hombre dormido entre un crujir de huesos y acercó la boca a la lágrima. La solitaria lágrima fue como un río y ella bebió, bebió y bebió hasta que consiguió saciar su sed de muchos años.

Después, mientras permanecía tendida al lado del hombre, introdujo la mano en el interior del hombre dormido y le sacó el corazón, el que palpitaba tan fuerte como un tambor. Se incorporó y empezó a golpearlo por ambos lados: ¡Pom, pom!.... ¡Pom, pom!

Mientras lo golpeaba, se puso a cantar “¡Carne, carne, carne! ¡Carne, carne, carne!” y, cuanto más cantaba, tanto más se le llenaba el cuerpo de carne. Pidió cantando que le saliera el cabello y unos buenos ojos y unas rollizas manos. Pidió cantando la hendidura de la entrepierna, y unos pechos lo bastante largos para envolver y dar calor y todas las cosas que necesita una mujer.

Y, cuando terminó, pidió cantando que desapareciera la ropa del hombre dormido y se deslizó a su lado en la cama, piel contra piel. Devolvió el gran tambor, el corazón, a su cuerpo y así fue como ambos se despertaron, abrazados el uno al otro, enredados el uno en el otro después de pasar la noche juntos, pero ahora de otra manera, de una manera buena y perdurable.

La gente que no recuerda la razón de su mala suerte dice que la mujer y el pescador se fueron y, a partir de entonces, las criaturas que ella había conocido durante su vida bajo el agua, se encargaron de proporcionarles siempre el alimento. La gente dice que es verdad y que eso es todo lo que se sabe.


"Mujeres que corren con los lobos"

Clarissa Pinkola Estés



lunes, 16 de agosto de 2010

Esperando ese dia...


Si ustedes, bebitos, supieran cómo festejamos cuando supimos que venían en camino. Uno primero.... la otra, tres meses más tarde. Las lágrimas cayeron con tanta emoción! Lo primero que pensé fue en lo maravilloso que sería este año, esperándolos mientras crecían en las pancitas de sus respectivas mamás, y terminándolo con el nacimiento de ambos.

Automáticamente los dos comenzaron a formar parte de los planes de cada uno de nosotros, y lo más importante a ser el centro de todo... Y es que no caben dudas que la llegada de un bebé renueva a la familia. Inspira ternura como ninguna otra cosa, nos da esperanza en poder hacer las cosas bien, de poder cuidar y proteger a ese bebé con la responsabilidad que implica el hecho de que su bienestar está completamente en nuestras manos. Y nos une, ese amor que sentimos hacia esa personita que aún no ha llegado, nos une hoy y para siempre.

Entonces empezaron los sustos, y volvimos a llorar pero esta vez de angustia. Los dos se pusieron de acuerdo para hacernos temblar, con una extraña complicidad, y pasamos momentos de tensión. Pero siempre teniendo fe de que todo saldría bien, de que el peligro pasaría y podríamos volver a esperarlos con tranquilidad, haciendo las cosas normales que uno hace cuando sabe que viene un bebé, haciéndole un lugarcito bien grande en su vida.

Si supieran bebitos, cómo nos hicieron sentir que lo más importante es la familia, y que los peores momentos siempre se transitan mejor si nos mantenemos unidos.

No veo el momento de que lleguen! De poder conocerlos y verlos crecer juntos, de que nos sorprendan día a día con lo que aprenden y lo que nos enseñan. De ver a mi hermano papá y a mi hermana mamá....

A mis sobrinitos, Santino y Guadalupe, les dedico esta canción que pronto, muy pronto les voy a estar cantando para ayudarlos a dormir...

martes, 20 de julio de 2010

AmiGos !


Hoy es el día, el día en que festejamos la amistad y agradecemos a esa familia que hemos elegido.

Tengo la suerte de tener hoy a mi lado los mismos amigos de cuando era chiquita (y otros).

Tengo la suerte de poder verlos a todos felices viviendo sus diferentes proyectos. Tengo la mala suerte de que algunos de ellos se fueron a conquistar tierras vecinas o aún más lejos. Tengo la suerte de que cuando vuelven al país todo es como antes. Y más suerte tengo de saber que van a volver algún día.

Tengo la suerte (y la experiencia) de saber a quien le puedo confiar un secreto, a quien le puedo llorar una pena o con quien puedo festejar un triunfo. Tengo la mala suerte de que a veces me equivoco de "quien" y todo sale al revés :P

Tengo la suerte de saber de abrazos, risas y llantos. De contención y lealtad. De peleas y lecciones aprendidas. De extrañar y valorar lo que no está cerca, o mejor dicho, al que no está cerca. Tengo la suerte de tener internet!! y poder disfrazar un poco las distancias...

En fin... tengo suerte de saber quienes están a mi lado y a quienes me debo, y voy a estar eternamente agradecida por ello.

LOS QUIERO INFINITAMENTE!!

sábado, 3 de julio de 2010

Vamos Uruguay!!



A mi selección, a la grande, a la celeste le dedico este post. A todos los jugadores que han demostrado con alma, corazón y cuerpo que seguimos acá, que no murió la garra charrúa! A quienes están dejando todo en la cancha, partido a partido, que han hecho latir a más de 3.000.000 de corazones a un mismo ritmo, y que han renovado las esperanzas de todos los uruguayos. Gracias a ellos lo que ayer era un sueño, hoy esta siendo posible.

Lejos de ser una fanática del fútbol, lo que siento en este momento es una alegría inmensa por los muchachos, por todos los que estamos acá y por todos los yoruguas que están en otras tierras, alentando desde lejos. Nunca en mi vida viví algo como esto, esta emoción compartida con tanta gente. Siempre alentando, pero hoy festejando!

Este, entonces, es un pequeño homenaje a los charrúas en Sudafrica, que más allá del desenlace, nos han deslumbrado y han tocado cada corazón uruguayo, siendo causantes de algún lagrimón, abrazos apretados, disfonías de carácter epidémico, y de paralizar el país entero cada vez que juegan.

Acá los estaremos esperando, con un profundo agradecimiento y con todo el cariño que han logrado despertar en el pueblo!

VAMO ARRIBA URUGUAY!!!



Los dejo ahora con un video, esta es una de las canciones contemporáneas que han sabido plasmar las emociones de millones de uruguayos de ayer y hoy. Un tema que ha sabido representar a la celeste y a los celestes.


jueves, 1 de abril de 2010

Pink Glove Dance...

Este video llego a mis ojos por medio de una de mis maestras de la escuela (como si el aprendizaje nunca terminase). Se realizo con la finalidad de ayudar a recaudar dinero en la lucha contra el cáncer de mama y poder ofrecer mamografías a mujeres sin seguro médico. Las personas que lo actúan son más de 200 funcionarios del hospital en cuestión, enfermeros, médicos, laboratoristas, auxiliares de limpieza, auxiliares de cocina, administrativos, etc… todas esas personas que día a día son testigos de estas crueles enfermedades y por sobre todo del sufrimiento de las personas que las padecen.

Me he emocionado tanto al verlo (y sí, suelo irme de rollo con las emociones). Es que a veces no somos conscientes del poder de una sonrisa, de una palabra de aliento, de tender una mano. No se trata solo de la contención afectiva, se trata de ir más allá, de ayudar al otro a no abandonarse cuando más se necesita.

Esto es algo que lo llevo muy adentro. Desde que tome el compromiso de trabajar con personas enfermas, priorice el aspecto emocional. Por que? Porque en la mayor parte de los casos el tratamiento se dirige a curar la patología relegando a la persona a un segundo plano. Y ahí creo que se destaca el trabajo de la enfermera. Especialmente cuando hablamos de padecimientos crónicos o neoplasias, porque esa gente día a día lucha por su vida como puede hacerlo.

Ojo, que todo este proceso en mi caso no responde solo a las necesidades de los pacientes, sino que yo también lo necesitaba por mí. Durante todos mis años académicos subía y bajaba entre crisis vocacionales, realmente quería dedicar mi vida a enfrentar los momentos más tristes de los seres humanos? Si, me acuerdo que un día dije “yo quiero ayudar a los demás”, pero en realidad no sabía que significaba exactamente en mi vida, en mi forma de ser, en mi capacidad de absorber como una esponja los sentimientos ajenos. ¿Cómo iba a hacer yo para volver cada día a mi casa y desprenderme de toda esa tristeza?

Por eso hoy luego de un largo trayecto tratando de poner las cosas en su lugar, entiendo y me beneficio con el acto de brindar contención al otro, pero más que nada haciéndolo desde el corazón, utilizando cada vez que se pueda un poco de humor y siempre, siempre con una sonrisa en la cara.

Y de verdad, se lleva mucho mejor de esa forma, sabiendo que en algunos casos estás ayudando de verdad.

Esto es muy teórico amigos, la práctica es otra cosa, pero les aseguro que cada día intento obrar de esta forma, y aunque no pueda llegar a todos… una sonrisa devuelta o un simple gracias es más que suficiente para saber que estas haciendo las cosas bien.

Supongo que entienden ahora por que este video me ha movilizado tanto.

Acá se los dejo… espero que lo disfruten…

viernes, 19 de marzo de 2010

A corazón abierto...

Esta vez te llegó el turno a ti… Estas palabras que vienen a continuación son para vos aunque estén al alcance de todos.

Es curioso como algunas conversaciones marcan un momento importante en una relación, por ejemplo un antes y un después. Cómo luego de cometer tantos errores unas pocas palabras son suficientes para hacer borrón y cuenta nueva.

Voy a ser más clara… desde aquella noche de videoconferencia a un país de distancia, yo tomando una cerveza y vos con un pobre vaso de agua, en donde decidimos (¿o fue que se dio naturalmente?) revolver en el pasado y dar algunas explicaciones, no he sido la misma.

No hemos tenido la oportunidad de repetir esa maratón única (que tal vez nunca se repita) y en vista de que no se cuando vendrás de nuevo, me pareció una buena idea hacerte llegar mi mensaje por este medio. Se que tarde o temprano lo vas a leer.

No se trata de una revelación ni nada por el estilo, pero es algo que significa mucho para mi después de todo lo que pasamos… y se que para vos también.

Desde aquel día que te fuiste, hace 5 años, cuando te di esa cálida carta de despedida (para los demás: estoy siendo irónica…) decidí que no te iba a extrañar, ni a vos, ni a mi amigo, ni a lo que fue que llegamos a ser en esos últimos meses.

Fue una decisión que mantuve firme, sin el más mínimo rencor, pero con una gran convicción. No fue nada fácil, te digo, hacer desaparecer por arte de magia una vida de amistad (y de las buenas!). Aunque por un tiempo lo logré, no me deje sentir tristeza, solo lo tomé como una de las tantas cosas malas que a uno le toca vivir. Y el hecho de que no estuvieras acá lo hacía más llevadero.

De todas formas… no fue hasta ahora que me di cuenta lo mucho que te he extrañado, y la falta que me hacían esas charlas en donde nunca hubo censura, y sí honestidad, acuerdos, desacuerdos y por sobre todo buenos consejos.

No puedo creer que nos llevó tanto tiempo hablar sobre lo que nos pasó. Especialmente porque fue tan grande mi desilusión que de verdad pensé que nunca volveríamos a compartir nuestras vidas como antes.

Por eso ahora me siento afortunada de saber que volvemos a estar el uno para el otro, de poder decirte que te extraño y que te quiero, de saber que esta amistad pasó por una de las pruebas más difíciles y aún se mantiene, no intacta… sino con más solidez.

Hace dos meses antes de irte me dijiste que lo mejor era despedirnos como si nos fuéramos a ver al día siguiente Yo te seguí la corriente, pero creo que no podes haber estado más equivocado. El mañana es algo incierto. Por esa razón te escribo hoy lo que preferiría decirte en persona y coronar con un gran abrazo…

Nos vemos pronto… y siempre…

lunes, 1 de febrero de 2010

Buscando...encontrando...aprendiendo...

Todo está mejor… me siento muy bien con todo lo que está pasando. Las oportunidades no paran de llegar. Es tan nuevo esto para mí, para mi yo anterior acostumbrado a la desesperanza y al miedo. Solo quiero decir que si estás leyendo esto y alguna vez sentiste que no podías con tus días, que no sabías que rumbo tomar, que no has encontrado la confianza en ti, te enfoques en encontrar la claridad.

Como funciona? No lo se. Solo se que yo lo hice y al cabo de unas semanas de algún lado surgieron muchas ideas claras dentro de toda la nebulosa que me rodeaba. Pedí también tener valor para enfrentarme a todo, para hacer frente a las adversidades, y no derrumbarme cuando las cosas no salen como fueron planeadas.

Pensé mucho en cada cosa que quería, poniendo prioridad a lo que más necesitaba y hoy lo tengo.

Pero lo más importante es que mi actitud dio un giro de 180º. Festejo cada logro con una sonrisa y agradecimiento, intento dar tanto como pueda, intento tolerar más las actitudes poco amables de los demás y erradicar o apaciguar al menos los sentimientos negativos que pueda sentir, aprendiendo a perdonar.

Cada día me siento más agradecida por todas las experiencias vividas y el sufrimiento de años anteriores, ya que me han enseñado mucho sobre quien soy y cuanto puedo soportar.

Desde pequeña desarrollé una personalidad autocrítica por encima de todo, la diferencia es que en ese entonces sufría por cada verdad que conocía. Me costó mucho tiempo aceptar la realidad.

Hoy estoy enfocada en aprender a ser una mejor persona cada día, a poder desarrollar mi capacidad de compasión y ayudar a tantos como pueda. Me reencuentro nuevamente con aquella persona que un día decidió estudiar enfermería para poder hacer pequeñas diferencias en la vida de estas personas que atraviesan una etapa de susceptibilidad, temor y ansiedad.

Por aquí me quedo hoy… espero de corazón que estas palabras lleguen a cada uno de los lectores, y que de alguna forma inspiren a creer que cada uno puede crear las oportunidades, y ser quienes quieran ser.

jueves, 14 de enero de 2010

Dejar ir...

Uno de los misterios más grandes para los seres humanos es la muerte. Nunca se está preparado para morir ni para ver morir a los seres queridos.

Pasamos toda la vida tratando de entender lo que nos rodea, y muchas veces no caemos en la cuenta de que un día la vida como la conocemos acaba.

A veces cuando la muerte de alguien cercano llega sin aviso, debemos procesarla luego. Nos vemos acribillados con preguntas de todo tipo que tratamos de contestar sin certeza alguna. Queremos explicar qué pasó, porqué pasó, que hubiera sido si… Le damos vuelta al asunto hasta que empezamos a aceptarlo o a pasar las etapas propias del duelo, o incluso nos cansamos sin llegar a obtener esas respuestas.
Distinto es cuando sabemos que ese desenlace es inminente, que alguien o uno se va a morir pronto. En este caso lo procesamos en medio de esa cuenta regresiva. Siempre sumidos en una angustia interminable, aún cuando el individuo está sufriendo y no hay posibilidades de continuar con vida. Siempre se le tiene miedo a la muerte.

Yo no se muy bien que es lo que hay luego, es decir, no se aún en lo que quiero creer.

Recuerdo que cuando era una niña perdí a varios integrantes de mi familia y tuve el desagrado de participar en esa ceremonia de despedida a la que llamamos velatorio. Mi padre me tomaba en sus brazos y yo me tapaba la cara para pasar por el preciso lugar donde estaba el difunto rodeado de tules y flores, y así seguíamos hacia la otra sala.

Inmediatamente mi postura fue de disgusto ante esta modalidad, ya que lo percibí como una especie de exhibición del dolor de familiares y amigos a aquellos quienes estaban ahí para dar sus respetos. Veía con enojo la gente que se reía dentro de la sala de algún chiste o algún comentario que no venía al caso, mientras a mi no me cabía otra cosa que la tristeza. Desde ese momento pensé que de ninguna manera se debían hacer ese tipo de formalidades, lo mejor era despedir a la persona en un ambiente familiar (cuando digo familiar sin duda alguna me refiero a amigos también). Cualquier persona que quisiera presentar sus respetos lo haría en el funeral y punto.

Aún hoy pienso así, creo que es muy intenso para alguien que ha perdido una parte de si mismo, estar en ese lugar de pasividad mientras a su alrededor desfilan uno tras otro los dolientes presentando sus respetos.
No quiero ser ofensiva, se que hay muchos puntos de vista y hay quienes creen que es necesario que este encuentro se lleve a cabo, así todos pueden despedirse. Lo respeto.

Como también entiendo, luego de ir a uno que otro velorio, la necesidad de distensión por medio del famoso chiste que alguna vez me ofendió tanto.

Hace poco pensábamos con un amigo tras un día entero de duelo, como hay culturas que festejan la vida cuando alguien muere. En lugar de impulsar los sentimientos de pérdida y dejarse embargar por la angustia, deciden festejar la vida de ese ser que ya no está y homenajearlo de alguna manera. Recordar quien fue, y como llegó a ser parte de cada uno de los presentes. Suena increíble hacer algo así, y claro que requiere de mucha fuerza interior, pero también es un acto de dejar ir lo que ya no está.

Los budistas creen en el renacimiento, es decir que aún cuando se produce la muerte física hay continuidad del “yo verdadero” que podría entenderse como la esencia del ser.
Explican que los vínculos que unen a las personas no son solamente de esta existencia. Los que mueren viven dentro de nosotros, nuestra felicidad está compartida de forma natural con ellos. De modo que si los lloramos excesivamente sin lograr superar la pérdida, el “espíritu” del difunto siente la tristeza y no sigue su camino sino que se queda en la tierra aferrado a esa angustia.
Lo más importante para los que estamos vivos en este momento, es vivir con esperanza y esforzarnos para ser felices.

Claro que todo esto en teoría parece ser lo correcto, aceptar las pérdidas como realidades inalterables y aprender a lidiar con ellas resulta la manera más natural de afrontarlo. Solo que al momento de ponerlo en práctica resulta mucho más arduo, en especial cuando no forma parte de la cultura en la cual se vive.

Incluso creo que es justo lo más difícil de afrontar, el poder continuar viviendo sin ese ser amado. Sea como sea todo esfuerzo vale la pena y responde a cada uno, individualmente. Todos tenemos la fuerza para reponernos.