jueves, 1 de abril de 2010

Pink Glove Dance...

Este video llego a mis ojos por medio de una de mis maestras de la escuela (como si el aprendizaje nunca terminase). Se realizo con la finalidad de ayudar a recaudar dinero en la lucha contra el cáncer de mama y poder ofrecer mamografías a mujeres sin seguro médico. Las personas que lo actúan son más de 200 funcionarios del hospital en cuestión, enfermeros, médicos, laboratoristas, auxiliares de limpieza, auxiliares de cocina, administrativos, etc… todas esas personas que día a día son testigos de estas crueles enfermedades y por sobre todo del sufrimiento de las personas que las padecen.

Me he emocionado tanto al verlo (y sí, suelo irme de rollo con las emociones). Es que a veces no somos conscientes del poder de una sonrisa, de una palabra de aliento, de tender una mano. No se trata solo de la contención afectiva, se trata de ir más allá, de ayudar al otro a no abandonarse cuando más se necesita.

Esto es algo que lo llevo muy adentro. Desde que tome el compromiso de trabajar con personas enfermas, priorice el aspecto emocional. Por que? Porque en la mayor parte de los casos el tratamiento se dirige a curar la patología relegando a la persona a un segundo plano. Y ahí creo que se destaca el trabajo de la enfermera. Especialmente cuando hablamos de padecimientos crónicos o neoplasias, porque esa gente día a día lucha por su vida como puede hacerlo.

Ojo, que todo este proceso en mi caso no responde solo a las necesidades de los pacientes, sino que yo también lo necesitaba por mí. Durante todos mis años académicos subía y bajaba entre crisis vocacionales, realmente quería dedicar mi vida a enfrentar los momentos más tristes de los seres humanos? Si, me acuerdo que un día dije “yo quiero ayudar a los demás”, pero en realidad no sabía que significaba exactamente en mi vida, en mi forma de ser, en mi capacidad de absorber como una esponja los sentimientos ajenos. ¿Cómo iba a hacer yo para volver cada día a mi casa y desprenderme de toda esa tristeza?

Por eso hoy luego de un largo trayecto tratando de poner las cosas en su lugar, entiendo y me beneficio con el acto de brindar contención al otro, pero más que nada haciéndolo desde el corazón, utilizando cada vez que se pueda un poco de humor y siempre, siempre con una sonrisa en la cara.

Y de verdad, se lleva mucho mejor de esa forma, sabiendo que en algunos casos estás ayudando de verdad.

Esto es muy teórico amigos, la práctica es otra cosa, pero les aseguro que cada día intento obrar de esta forma, y aunque no pueda llegar a todos… una sonrisa devuelta o un simple gracias es más que suficiente para saber que estas haciendo las cosas bien.

Supongo que entienden ahora por que este video me ha movilizado tanto.

Acá se los dejo… espero que lo disfruten…