Nunca subestimes al dolor. No me refiero al dolor del alma, sino al físico. Esa sensación absolutamente desagradable, que llega con o sin aviso y te deja como un piojo, que no calma aún cuando no quedan más analgésicos para probar. Cuando tu cara se va transformando al punto que todos te lo comentan con preguntas como “te sentís bien?”.
Hoy experimente el famoso dolor de muelas! El posta posta! Por diosssssss!!! Agradezco tantos años sin haberlo conocido, maldigo tener que conocerlo ahora….. Cuando algo te hace desear ir al dentista tiene que ser lo peor de lo peor. Lo es.
Pero acá estoy tranquila, después de tanta pichicata (gracias colegas!) y gracias al dentista que por cierto siempre me da algo de miedito (como todos los dentistas, no es nada personal). Y pensando en cómo nos achicamos frente al dolor, y eso que yo me considero guapa para esas cosas, pero ya cuando juntas unos días y la cosa no cambia, te rompe toda la entereza y eso de que sos grande se va al carajo y te dan ganas de llorar como cuando eras chica, buaaaaaaa!!! Y te pones a pensar que tenés que estar bien para seguir tu día, y metes ejercicios de respiración y cabeza, cabeza, cabeza… + pastillitas…. Y decis, ya está se me va pasando, arriba… arriba…. Y a las dos fucking horas estas de vuelta en esa pesadilla………. Y ahí decis taaaa!!!!!!!!!!!!! Prefiero que me rompan el corazón de nuevo y no otro dolor de muelaaaaaaaaaaassss!!!
Y ahí decis… que boluda soy…….
5 comentarios:
Ya lo dijo Dolina: "El amor duele, pero un martillazo es feroz".
Besos, mujer similar.
qué boluda! xD aguante mi dentista, un capo total!
Tano: mujer similar?? me rei, me rei.....
Jared: no te colgués, basta con que yo me diga boluda, ja!
¡Ay deidad innombrable! los dos dolores son unas bestias, pero te aseguro que al tener uno, preferimos el otro. Contradictoriamente así somos.
Saludos, hermosa. Abrazotes.
Es una completa verdad, amigo!
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