Ayer, después de un
tiempo considerable, ví una película super linda. Bueno, eso. Linda, super
linda. No soberbia, o excelente o candidata a premios de cine independiente. Simplemente
una peli que me gustó.
De que se trataba? Vamos
que ya saben. Romance le dicen los que hablan de género. Pero empezaba con un
poco de fantasía, los que me conocen saben que me fascina, cuando no quedan
muchos cabos sueltos, la unión entre lo real y lo imposible.
Entonces, en lo que me
dejó pensando es en las oportunidades, en los comienzos, en esos momentos especiales
de lucidez donde sabemos hacia dónde ir, o en esa suerte de intuición que
aparece en momentos confusos y te ayuda a tomar un camino. Pero qué pasa cuando
estas oportunidades no son aprovechadas, no son reconocidas como lo más
importante que te pueda pasar en la vida?
Y acá es lo que amo
del cine. Se pude hablar del destino de una forma tan concisa, claro, sale todo
de un guión ya escrito, un final seguro. Entonces esas oportunidades que se
sucedían eran si o si causantes de cambios radicales para los posibles futuros.
Alteraban el destino. Tanto así, que el mismo protagonista (y acá otra vez la
peli y su capacidad fantástica…) podía alterar el tiempo y llegar para tomar
otra alternativa, y de esa forma cambiar el transcurso de los hechos. Que perseguía?
El amor de su vida.
Pensándolo bien no es
tan distinto a la realidad (excepto por el hecho de que no podemos viajar en el
tiempo, claro), pero me da algo así como pánico pensar en errores del pasado. En
situaciones que me han hecho quien soy (entera y de a pedazos) y que podrían
haber sido manejadas de otra forma. En esas concesiones que uno va haciendo,
pactos con uno mismo y con otros, y que después lo van destruyendo de a poco. Pero
nunca lo dice.
Hay algo más, que
vendría a ser el mensaje, y se trata de agradecer cada minuto de la vida, así como
venga (para los bobos que no rompemos las barreras del tiempo). Si son momentos
difíciles, con la confianza de que van a
pasar (ya a enseñar). Pero si no lo son, con la plena conciencia de que
somos afortunados.
Por último, pero no
por eso menos importante, hubo otra cosa que le sumó puntos, y es que la haya protagonizado el hermano mayor de los Weasley (#ñoña) ; )