martes, 1 de febrero de 2011

PolaRidades...

“El cambiar de un polo a otro es la constante del crecimiento. Cambiar del polo negativo al positivo es un movimiento constante de la naturaleza, aunque a veces parezca lo contrario.
El cambio y el crecimiento van juntos, si no hay cambio de ningún tipo estás muerta, se detiene la vida.

Ahora transitar por la vida de la polarización hacia el polo deseado, eso es un ARTE que hay que practicarlo. Ese tránsito es la revolución más estable, la que llevará al éxito seguro y permanente. La REVOLUCION INTERIOR.

¿Pero dónde está el equilibrio? Cada uno sabe cuál es su punto de equilibrio, porque cada cual tiene su propio RITMO.”

¿Qué claro, no? Esto es parte de un libro que estoy leyendo en este momento Casualmente (o no?) los últimos que he leído tocan de cerca estos temas, y sin saberlo los elijo.

Es algo reconfortante pensar de esa forma, en lo que a mí respecta está lo bueno y lo malo, la vida y la muerte, el dolor y el placer, el amor y el odio, el frio y el calor, etc, y por más que intente creer en los matices… acá me veo dando vueltas como pájaro en jaula, cada vez que no puedo identificar una situación en alguno de los dos polos.

Repito, no es que no crea en los puntos “medios”, sino que es difícil llegar a ese equilibrio… tal vez podamos lograrlo en cosas pequeñas, pero en lo general es más complejo.

Es verdad que los opuestos son dos caras de la misma moneda, en este caso se ven como dos extremos de una misma línea, en la cual uno puede desplazarse de un lado al otro, cambiando su polaridad pero siempre dentro de la misma clase, es decir, el amor no puede convertirse en frio, solo en odio y viceversa.

Cómo cambias de un polo a otro, mediante la voluntad. Es la propia voluntad la que acciona este mecanismo. Cuando hablamos de una situación desagradable, podemos transmutarla solo por medio de nuestra voluntad. Usando también la imaginación como herramienta. Pero ya me estoy yendo un poco más lejos, porque esto es algo que requiere de más concentración que lo anterior. Es un ejercicio que no todos somos capaces de hacer, o tan siquiera plantearnos. Es un asunto de control.

Cuando buscamos respuestas, sobre temas trascendentes de la vida, siempre intentamos pararnos en algún lugar, es decir formarnos de una opinión, la duda nos hace ir y venir sin decidir, sin estar en algún lugar específico.

¿Será eso moverse entre dos polos, aun cuando no encuentres el equilibrio?

Esto lo enseñaba un viejo curandero de Piriápolis hace mas de 100 años atrás, qué bueno hubiera sido poder hablarlo con el mismísimo Cantalicio! Hacerle preguntas como la niña del libro, vieron que sigo con la idea del guía o mentor. Me parece alucinante un maestro particular… muy de antes… hoy en día no pasan esas cosas… la gente va muy rápido.

Y el cambio… que cosa cierta esa. Si el cambio se detiene se detiene la vida. A veces la rutina reconforta, nos da un momento para apreciar lo que hay a nuestro alrededor, lo que hemos logrado, quienes nos acompañan… pero cuando las cosas permanecen estáticas, de verdad es un peso casi insoportable. Y es cuando se hace NECESARIO el cambio, para la propia supervivencia.

Hace unos años me hice un tatuaje, es un símbolo celta que representa el equilibrio entre alma, cuerpo y mente, el principio y el fin, la evolución y el continuo aprendizaje. Me encantó el símbolo y me encantó el significado. Pero ahora que lo pienso se trata de todo esto. Es todo un gran tema. El pasar de un polo a otro buscando el equilibrio, la línea que en este caso es un espiral que simboliza el movimiento, el aprender que está en cada etapa y nos hace crecer…

Ta! Me copé! Jajaja…

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