Hoy me levanté sin voluntad.
Mitad por voluntad (porque es mi día libre), mitad por tendencia.
No quiero nada, pero nada.
Sólo hacer la plancha…
He aprendido a lo largo de los años que cuando me levanto en este estado es mejor llevarlo con aceptación y gracia… Y dejarlo
llegar al extremo, a ese momento donde ya estas aburrido hasta la médula de no hacer nada.. y de ahí sale el impulso. Normalmente ese momento de hartazgo ocurre en la noche, por lo que me lleno de planes para el otro día o para la vida en general…
Algunos se quedan y siguen su curso, otros mueren esa noche…
jueves, 30 de octubre de 2014
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