Pasa el tiempo, lento cada minuto y aun no me atrevo a pensar en vos, en lo lindo de vos, porque cuánto más lindo es lo que viene del recuerdo más doloroso es entender la realidad. Esta realidad sin vos.
Prometí que cuando tomara un lápiz iba a intentar dejar hermosas palabras que te hicieran justicia, sin tanta tristeza, vos no eras así. Pero no lo logro. Estoy entre el “no pensar” y el dolor intenso de ese vacío. Voy y vengo en ese vaivén, esperando que el tiempo pase de verdad y te pueda recordar con una gran sonrisa en el alma, y me sienta agradecida por haber crecido a tu lado y no estafada porque te llevaron tan pronto.
Estas acá todavía, tan presente… en cada esquina, en esos bares, en tantos ojos, en millones de abrazos… estas en todos lados… y no estás, pino.
Nos dimos tantos “te quieros” como abrazos, nos escuchamos y atomizamos con la idea de encontrar el amor algún día. Los encuentros en el Rodó eran imprescindibles para hacerle el aguante a tales cabezas, más aún a esos corazones. Nos íbamos contentos de poder compartir esos sueños que no todos aprueban.
Te llevas una parte de mí, lo sabes. Pero yo también me quedo con tu parte, que es enorme pese a toda la gente que dejas atrás en este mundo.
Te amo, amigo!
El video, mi regalo... Por lo mucho que amabas a esta mujer!